Fuente: Celicidad.net

La sensibilidad al gluten lleva estudiándose sólo desde los años 80, según señalan los expertos, y no existe a día de hoy una definición consensuada sobre lo que significa la sensibilidad al gluten no celiaca. Lo que sí sabemos es que es una patología con una prevalencia superior a la de la celiaquía y al diagnóstico se llega tras descartar otras patologías relacionadas con el consumo de gluten.

La sensibilidad al gluten no celiaca es un proceso que afecta a entre un 10 y un 20% de la población europea, aunque se calcula que un porcentaje muy alto de pacientes no saben que padecen este problema. Se trata de una entidad muy vinculada con la celiaquía, pero que de ninguna manera puede confundirse con la misma. Sin embargo, dada su “juventud” existe un enorme desconocimiento entre los profesionales de la salud sobre la sensibilidad al gluten no celiaca.

«Son pacientes que mejoran con una dieta sin gluten, sin embargo no cumplen los criterior diagnósticos de celiaquía ni de alergia al gluten»

El Dr. Amado Salvador Peña, profesor emérito del VU Medical Centre de Ámsterdam, señala que los primeros casos de sensibilidad al gluten no celiaca fueron recogidos a finales de los años 70. “Probablemente, la primera vez que se utilizó el término de sensibilidad al gluten no celíaca fue en 1978 por Ellis and Linaker, aunque unos meses antes el Dr. Hemmings había reportado dos pacientes con respuesta satisfactoria a la dieta sin gluten”. Sin embargo aunque se recurrió al término “sensibilidad al gluten no celiaca”, se puedo demostrar que se trataba de una alergia al trigo.

Unos años después se realizó un primer estudio con pacientes no celiacos que demostró un efecto nocivo en los mismos tras consumir 20 gramos de gluten al día. Así poco a poco este “síndrome” comenzó a ser más estudiado y recogido en la literatura médica.

Sin embargo tal y como señala el Dr. Carlos Isasi Zaragozá, Reumatólogo, “en los últimos 5- 10 años, la sensibilidad al gluten no celiaca parece estar en auge”.

Los doctores expertos en digestivo Luis Rodrigo y Salvador Peña, se refieren a la sensibilidad al gluten no celiaca como “una reacción al gluten en la que se han excluido los mecanismos alérgicos y autoinmunes”. Es decir, apuntan, son pacientes que mejoran con una dieta sin gluten, sin embargo no cumplen los criterior diagnósticos de celiaquía ni de alergia al gluten.

Sensibilidad al gluten no celiaca y fibromialgia

En muchas ocasiones la sensiblidad al gluten no celiaca está relacionada con la fibromialgia. Y de eso sabe, y mucho, el Dr. Carlos Isasi. El experto señala en una entrevista concedida al Grupo Celiaca que la fibromialgia, “más que una enfermedad, es la descripción de un problema, en mi opinión. El paciente llega a la consulta hecho polvo, con cansancio y con dolores, sin embargo no encontramos la causa del dolor, por lo que entiendo que se trata más de un síndrome que de una enfermedad”. Y en ocasiones la causa orgánica de este síndrome es la sensibilidad al gluten no celiaca. De hecho, Isasi señala que entre un 30 y un 40% de las personas con fibromialgia presentan sensibilidad al gluten no celiaca.

Los pacientes llegan con todo tipo de dolores y hay que encontrar una causa, señala Isasi. Muchas veces la causa puede ser el estrés, pero muchas otras puede ser la sensibilidad al gluten no celiaca. “Esto no significa para nada que fibromialgia y sensibilidad al gluten no celiaca sean lo mismo, pero sí que hay que seguir buscando para encontrar causas orgánicas a la fibromialgia”, apunta el experto.

El tratamiento para una fibromialgia por sensibilidad al gluten no celiaca “suele ser eliminar el gluten y los lácteos, pero a veces hay que realizar dietas más estrictas y recurrir a suplementos de vitaminas y minerales, aunque es algo que también le ocurre a algunos celiacos”, explica el reumatólogo. En cuanto al tiempo en el que se comienza a notar la mejora de los síntomas de la fibromialgia tras el inicio de la dieta sin gluten, Isasi señala que este es variable: “hay personas que mejoran en dos semanas, otras tardan un año. La media, por mi experiencia se sitúa en los 4 meses”.

Los síntomas de la sensibilidad al gluten no celiaca

Los síntomas, explica el Dr. Rodrigo, varían y van desde dolores de cabeza, musculares, óseos, hasta problemas digestivos, “aunque suelen ser más frecuentes los síntomas extradigestivos”. El Dr. Carlo Catassi, co-director del Centro de Investigación Celiaca y profesor de Pediatría en la Universidad Politecnica delle Marche en Ancona, Italia, apunta que “los síntomas más comunes de la sensibilidad al gluten no celiaca, pueden variar desde trastorno abdominal similar al síndrome de intestino irritable a dolor de cabeza leve, fatiga, dolor articular o muscular, hormigueo de las extremidades y aún depresión“. Además Catassi añade, “a diferencia de la enfermedad celiaca la sensibilidad al gluten no sigue un itinerario predecible, los síntomas pueden llegar a ser mas pronunciados o desaparecer completamente.”

Cuando un paciente llega a la consulta con síntomas tan variopintos y todo tipo de pruebas negativas, comienzan las pruebas de diagnóstico de la celiaquía, ya que al final el diagnóstico de sensibilidad al gluten no celiaca es un diagnóstico por exclusión. “Los síntomas desaparecen con una dieta sin gluten y reaparecen con la sobrecarga de gluten”, apunta Rodrigo que cita a al Dra de la Universidad de Nápoles Anna Sapone, que habla del diagnóstico de sensibilidad al gluten “tras la exclusión de otras patologías provocadas por el consumo de gluten”.

Características clínicas y patofisiológicas de la sensibilidad al gluten no celiaca

A modo de resumen podemos señalar que la sensibilidad al gluten no celiaca se manifiesta con síntomas intestinales y extraintestinales que se producen “horas o días después de la ingesta del gluten”. Además la sensibilidad al gluten no celiaca se caracteriza por la ausencia de anticuerpos anti-tTG o EMA en sangre y biopsia duodenal sin lesiones o levemente afectada con un grado de lesión Marsh 1.

En el caso de la sensibilidad al gluten no celiaca y a diferencia de lo que ocurre con la celiaquía, la primera tiene una respuesta variable a distintas cantidades al gluten y no existe una asociación con una genética determinada. Además la sensibilidad al gluten no celiaca suele estar relacionada con intolerancia a otros alimentos y muy frecuentemente con la fibromialgia.

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