Fuente: Celicidad.net

Saltarse la dieta sin gluten es algo que tendrá sí o sí consecuencias en nuestro organismo, independientemente de que esa contaminación por gluten nos provoque síntomas externos o no.

Saltarse la dieta sin gluten de manera más o menos ocasional ya sea por accidente o de forma intencionada es un comportamiento a evitar siempre, porque aunque no tengamos síntomas externos, nuestro organismo siempre reacciona ante la ingesta del gluten.

No es que si nos contaminamos una vez en la vida vayamos a sufrir consecuencias irreversibles, no. Simplemente es que no podemos tomarnos a la ligera las transgresiones porque cuando estas son más o menos habituales nuestro organismo sí puede verse dañado de una forma más o menos grave. Si además sufres de alguna de las enfermedades relacionadas con el neurogluten, debes tener en cuenta que la dieta sin gluten es igual de estricta que para las personas con celiaquía. 

Los síntomas habituales de la contaminación por gluten varían desde diarreas y vómitos, hasta brotes de dermatitis herpetiforme, cansancio, cefaleas, etc. Sin embargo estos síntomas son la señal inequívoca de la reacción que ha causado el gluten en nuestro organismo. Y es que cuando un celiaco ingiere gluten nuestro sistema inmune actúa defendiéndose contra ese “enemigo” que es el gluten y acaba lesionando las vellosidades intestinales.

Por eso cuando saltarse la dieta es algo que se realiza con cierta frecuencia, nuestras vellosidades no acaban de recuperarse y se producen problemas relacionados con bajos niveles de nutrientes y lesiones que a la larga pueden ser graves (como es el caso del Linfoma). Además un celiaco que no realiza correctamente la dieta sin gluten, es decir que se salta la dieta sin gluten por error o intencionadamente de vez en cuando, puede desarrollar otras enfermedades relacionadas con el consumo de gluten y problemas asociados al mismo, que varían desde abortos de repetición en mujeres, problemas de fertilidad (en ambos sexos), llegando incluso a problemas graves de desnutrición. 

La celiaquía refractaria es la consecuencia, a veces, de una celiaquía diagnosticada muy tarde con una lesión de intestino muy complicada de revertir, o puede ser también la consecuencia de un celiaco diagnosticado que se salta la dieta sin gluten muy habitualmente haciendo así que ésta no sirva para recuperar las lesiones intestinales. Las celiaquía refractaria es el tipo más grave de celiaquía.

Saltarse la dieta sin gluten, fuera de casa

Es lo que se denominan las transgresiones sociales. Muchos celiacos cuando salen a comer fuera con amigos o familiares optan por saltarse la dieta sin gluten. En ocasiones se debe a la necesidad de no saber decir que “no”, en otras ocasiones se debe a la presión social, “por un poco no te pasa nada” y en otras ocasiones, se debe a que el propio celiaco considera que por una vez no pasa nada e ingiere algún plato con gluten a modo de recompensa.

Lo cierto es que saltarse la dieta sin gluten siempre tiene repercusiones y cuántas más veces lo hagamos, sea por error o de forma intencionada, más tiempo tardaremos en recuperarnos y más posibilidades de sufrir daños más graves.

Las transgresiones sociales son más frecuentes en la adolescencia y en la edad adulta, sin embargo es importante destacar que aunque sea muy de vez en cuando, saltarse la dieta sin gluten siempre tiene consecuencias.

Los celiacos asintomáticos, aquellos que no tienen síntomas cuando se contaminan, tienen más problemas a la hora de saber si realizan la dieta correctamente o si se la han saltado en alguna ocasión, por eso el seguimiento tras el diagnóstico de celiaquía es importante. Los celiacos que tienen síntomas pueden identificar fácilmente cuando se ha producido una transgresión, y si no saben de dónde procede la contaminación y ocurre con cierta frecuencia es recomendable que repase los productos que consume habitualmente, los lugares en los que come habitualmente para intentar localizar el “foco” de gluten y así dejar de consumirlo.

Fuente: Celicidad.net