La Enfermedad Celíaca es una intolerancia permanente al gluten, una proteína presente en el Trigo, Avena, Cebada y Centeno (TACC) y otros cereales derivados como el Trigo burgol, cous cous, matza, semolina. El sistema de defensa de las personas con celiaquía reconoce al gluten como “un agente extraño” y produce anticuerpos en respuesta a este “agente”.

Como explica el Ministerio de Salud, “La avena probablemente no ejerce un efecto nocivo por sí misma; sin embargo, muchos productos que la contienen pueden estar contaminados con gluten y se desconoce sus efectos a largo plazo. Por lo tanto, en Argentina no se recomienda que los pacientes con enfermedad celíaca consuman alimentos con avena por el peligro de contaminación cruzada.” Entonces, si bien por sí misma la avena no sería dañina, queda excluida de la dieta para celíacos.

Al consumir alimentos con gluten, se lesiona la mucosa del intestino delgado generando una destrucción o atrofia de la capa interior del intestino, llamada Mucosa, y alterándose la absorción de los alimentos.
No está clara la causa de esta enfermedad, pero se conjuga un trastorno del sistema inmune asociado a factores ambientales en personas genéticamente predispuestas.

Se estima que 1 de cada 100 personas puede ser celíaco. La posibilidad se duplica en familiares de segundo grado (abuelos y tíos) y las probabilidades son 4 veces mayores en los familiares de primer grado (hermanos y padres).
Existe una población con mayor riesgo de padecer la enfermedad celíaca: personas con Diabetes tipo 1, enfermedad tiroidea autoinmune, incluyendo el hipertiroidismo o hipotiroidismo, síndrome de Down y síndromes de Turner, Lupus eritematoso, y otras enfermedades autoinmunes.

La celiaquía es considerada la enfermedad intestinal crónica más frecuente. Afecta a bebes, niños, adultos y personas mayores. El método para diagnosticar la Enfermedad Celíaca es sencillo, a través de un análisis de sangre: “buscando” los anticuerpos que permiten detectar esta enfermedad. Sabemos que la sintomatología es variada, y puede resultar inespecífica; por eso ante la sospecha y el antecedente familiar, es aconsejable realizar este simple análisis de sangre.

Algunos síntomas son: decaimiento, cabello y uñas frágiles, dolor abdominal, flatulencia, alteración del ritmo evacuatorio con diarreas crónicas, cefaleas. En niños suele presentarse diarrea crónica, vómitos, marcada distensión abdominal, menor desarrollo muscular, retraso del crecimiento con bajo peso y escasa estatura, irritabilidad, alteraciones en el esmalte dental, hiperactividad etc. En adolescentes se manifiesta con dolor abdominal, falta de ánimo, retraso en el ciclo menstrual y retraso puberal, anemia y baja talla comparativa con los hermanos, aftas en la boca. En adultos se aconseja sospechar ante los síntomas gastrointestinales, y en presencia de osteoporosis, fracturas, abortos espontáneos, bebes con bajo peso, impotencia, infertilidad, pérdida de peso, anemia, caída del cabello, colon irritable, menopausia precoz, depresión.

Pero atención, que en ocasiones la celiaquía puede ser asintomática. La detección precoz es fundamental, ya que una adecuada dieta, libre de gluten, revierte la lesión en el intestino y mejora los síntomas. Realizar una dieta libre de gluten con todos los productos que se encuentran en el mercado sumado a la gran variedad de frutas, verduras, lácteos descremados aptos para celíacos, carne, pollo y pescado, es posible. Es muy importante leer las etiquetas para detectar la presencia de gluten.

Un mensaje final, muchas veces resulta difícil para una persona celíaca salir a comer afuera, ir a la casa de amigos donde no están preparados para ofrecer una comida, al desconocer la posible contaminación cruzada con productos con gluten, o la presencia de harinas en salsas, aderezos, caldos, y otras preparaciones. Como sociedad, tenemos que estar informados, y buscar la opción para compartir con un familiar o amigo celíaco, para que esta situación no se transforme en una dificultad ya que la dieta es el único tratamiento que necesitan y es fundamental respetarla, sin excepciones y con ayuda de todos.

Por: Dra. Paola Harwicz
Nota vía:
www.greenvivant.com

Sobre Paola Harwicz (MN 84.182)

Paola Harwicz es médica, especialista en cardiología y nutrición, con orientación en obesidad: se formó en la UBA y en la Universidad Favaloro. Escribió en coautoría varios libros sobre temas de nutrición, metabolismo y cardiología. En los medios, difunde activamente su propuesta de estilo de vida saludable: desde El Gourmet.com, en distintos programas orientados a la alimentación saludable, co-conducidos junto a chefs reconocidos como Juliana Lopez May, Soledad Nardelli y Martiniano Molina. Participa con sus columnas en el programa Sentirte Bien con Karina Mazzocco, en Radio 40 Principales Guatsap, en la página española Diagnostrum y en la revista de ElGourmet y en CosmoTV. Es la directora de Nutrición en Red.

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